Respuesta corta: no.
Esta será una bandera roja para un consejero de admisiones.
La única forma en que la depresión es viable en una aplicación es si puede demostrar que tiene su depresión bajo control (no curada, obv) y que realmente ha utilizado las dificultades que ha enfrentado para hacer algo que beneficie a alguien que no sea usted. Muchos niños sienten que una dificultad es suficiente para que los consejeros de admisión sientan pena por ellos; ese puede ser el caso, pero sentir pena por alguien no necesariamente se traduce en admisión. Esto es especialmente cierto en una universidad en la que el entorno es especialmente competitivo.
No puedo decir qué tan malas son las calificaciones de tus exámenes, pero ahora es un buen momento para preguntarte cómo te gustaría que fuera tu vida. ¿Ir a la universidad inmediatamente después de la graduación es lo mejor para ti? Si es así, ¿tendrán los lugares a los que planea asistir un sistema de apoyo adecuado para apoyarse cuando surjan problemas? ¿Cuáles son los hábitos que ha cultivado para mantener su bienestar físico y mental? ¿Son sostenibles sin tus padres cerca?
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Estas son preguntas que la gente debería hacer incluso si no estaban lidiando con la depresión, pero esto es especialmente cierto en su caso.