El cerebro es un lector naturalmente rápido, pero la forma en que nos enseñan a leer en la escuela lo ralentiza.
Nos enseñan, erróneamente, a reducir la velocidad, leer palabra por palabra, línea por línea, y comenzar cada libro al principio y leer capítulo por capítulo, pero todo esto es frustrar el cerebro, aburrirlo, reduciendo aprender y producir estrés, lo que eleva los niveles de cortisol y apaga los centros de aprendizaje en el cerebro.
La lectura lenta y lineal NO es como al cerebro le gusta leer o asimilar información. Prefiere ir a lo que más le interesa y bailar dentro, alrededor y a través de ese tema, dejando a otros fuera. El tipo de lectura que ven los estudiantes haciendo en las bibliotecas, donde resaltan un sinfín de textos y escriben fragmentos que consideran interesantes, NO es efectivo.
Los lectores dotados no leen cronológicamente. Dejan que su cerebro, y sus motivos de aprendizaje, determinen dónde van primero. Pueden comenzar en la parte posterior de un libro primero y luego ir a otro lugar, antes de leer el comienzo o la mitad del mismo. Primero construyen una comprensión general y agregan temas y patrones, antes de ver los detalles. Elaboran estrategias, cuestionan y reorganizan lo que aprenden para satisfacer sus necesidades.
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Los estudiantes no educados no saben cómo hacer esto. Esto no es una crítica, es como es con la mayoría de los estudiantes. Hablo como Entrenador de Aprendizaje Acelerado, que ha ayudado a numerosos estudiantes a librarse de los grilletes de este estilo de aprendizaje y a aprender cómo asimilar las cosas de manera mucho más efectiva.
Al cerebro le gusta desarrollar la comprensión en una ruta lúdica y tortuosa, que le permite construir amplitud y profundidad, en lugar de verse forzado a abandonar los trenes de pensamiento que cualquier escritor o educador quiere que sigamos al leer su libro. No es que los libros no deban estructurarse como están, sino que necesitamos usarlos y leerlos de manera diferente.
Su cerebro está saltando hacia adelante porque quiere avanzar y lo está obligando a reducir la velocidad. Es un mito creer que si pierdes palabras no entenderás el texto. He probado esto en mis cursos, ocultando hasta el 67% del texto, y los estudiantes lo entienden bien sin las partes que he borrado.
Estás viendo evidencia de la dotación natural de tu cerebro. Le insto a que aprenda algunos de los nuevos métodos de aprendizaje que existen. Transformará su aprendizaje, lectura y pensamiento.