¿Cómo funcionan los servicios de telecomunicaciones móviles?

Desde la perspectiva del usuario, los dos componentes clave de una red de telecomunicaciones móviles son el teléfono de un individuo y la torre móvil con una antena, montada con mayor frecuencia en una azotea o en postes con base en tierra.
Los teléfonos móviles detectan y acceden periódicamente a la red a partir de señales inalámbricas emitidas por una antena. La red se divide en áreas geográficas conocidas como Celdas, cada una de las cuales es servida por una torre, también conocida como estación base. Para comunicarse entre sí, los teléfonos móviles y las estaciones base ubicadas en los sitios de la torre intercambian señales de radio. El usuario se conecta a la estación base a través de un teléfono móvil y el sistema asegura que la conexión se mantenga mientras el usuario se mueve de una Celda (área) a otra.
Cuando se enciende un teléfono móvil, responde a señales de control específicas de las estaciones base cercanas. Una vez que ha localizado una estación base adecuada, el teléfono inicia una conexión de red. Cuando no se realiza o recibe una llamada, el teléfono móvil permanece en el modo de espera.
La conexión móvil también se puede configurar dentro de los edificios utilizando una antena interior llamada “Solución en el edificio”, como se hace en los edificios que tienen una alta densidad de usuarios o donde la cobertura de la señal desde la estación base externa es inadecuada.
El nivel de la señal inalámbrica debe cumplir con los niveles mínimos de Calidad de servicio (QoS) especificados por el regulador de servicios de telecomunicaciones del país en particular.