Aunque amaba Harvard y estudiaba con grandes maestros de poesía allí, lo haría de manera diferente si pudiera comenzar de nuevo a los 18 años. Jugué béisbol en la escuela secundaria: lancé y fui bueno en eso, lo suficientemente bueno esa noche en mi último año de secundaria, recibí una llamada del entrenador de béisbol en Wesleyan, donde me habían aceptado, animándome a considerar ir allí. No fui lo suficientemente bueno para lanzar para Harvard, que jugó DI: conocía a un tipo contra el que había lanzado y que hizo al equipo como el noveno lanzador, y estaba a ese nivel, pero podría haberme divertido mucho jugando a la pelota al nivel que Wesleyan hizo (contra escuelas como Williams, Hamilton, etc., buenas universidades D-3 pequeñas).
En ese momento estaba demasiado metido en el sexo, las drogas y la poesía como para tener una pista sobre algo, y solo más tarde en la vida me di cuenta de que, si bien el sexo, las drogas y la poesía pueden durar toda la vida, solo puedes jugar béisbol organizado –Un deporte que amo profundamente, profundamente– por un tiempo. Y Wesleyan es una gran universidad, podría haber estudiado con Richard Wilbur. Qué tontos sean estos mortales … los dioses nos matan por su deporte.