Depende. Seguir el deseo de tu corazón suena tan poético, y en un mundo ideal, deberías hacer eso. Sin embargo, dado que no vivimos en una sociedad idealizada o una película donde las personas tienen que vivir con sus decisiones durante 3 horas como máximo, la respuesta honesta que puedo darle es: depende. Sobre lo siguiente:
- Su perseverancia: supongamos que elige hacer ingeniería. Un año después, te das cuenta de que es algo que detestas absolutamente. Las matemáticas son tu enemigo mortal, y la programación te hace querer vomitar. ¿Te gustaría seguir? ¿Lo tienes dentro de ti para alcanzar las profundidades de tu alma (Nota: me estoy encogiendo mientras escribo esto), para atraer la paciencia de las profundidades ocultas para perseverar?
- Su situación financiera: una vez más, en mi país, se espera que los niños cuiden a sus padres en la vejez, y no solo de buena gana. Las personas que no pueden hacerlo enfrentan un mal momento con la sociedad. Si no está bien en primer lugar, será difícil hacer malabarismos con las expectativas de sus padres con sus sueños, y debe ser fuerte para tener esa confrontación repetidamente.
- Ser ingeniero no garantizará un trabajo: sé bueno en lo que hagas. Si eres ingeniero por ser uno, no conseguirás trabajo. Hay demasiada competencia para asientos limitados. Se apasionado.