No estás pagando por el conocimiento cuando vas a la universidad o la escuela de posgrado. Estás pagando por:
– infraestructura física y su soporte / mantenimiento
– acceso a expertos en su campo de elección que teóricamente pueden responder casi cualquier cosa sobre su área de especialización
– también está pagando para apoyar otros programas menos populares: la universidad toma parte del dinero que paga para ir a la facultad de derecho para subsidiar al departamento italiano, que no tiene toneladas de personas tratando de ingresar.
– el salario y los costos de atención médica del personal de apoyo que forman parte del programa
– el caché / prestigio de tu título
– las conexiones y oportunidades de trabajo en red que puede desarrollar al estar afiliado a su alma mater
– una fuerte señal a los empleadores de que posees las habilidades que desean
La revolución de TI ha permitido desacoplar el conocimiento de la institución, pero esencialmente ha demostrado que, si bien el conocimiento es clave, es una mercancía y no es necesariamente tan valorado como podríamos esperar.