¿Acaso una gran cantidad de institutos privados de entrenamiento ad-hoc para varios exámenes socava el valor de las escuelas regulares? ¿Por qué las escuelas secundarias no pueden incluir el desarrollo de aptitudes para los estudiantes?

Me temo que la proliferación de “institutos privados de entrenamiento ad-hoc” es una señal de los tiempos. Mientras haya padres que puedan darse el lujo de dar a sus hijos un impulso adicional en esta sociedad altamente competitiva, habrá oportunidades que los ambiciosos aprovecharán al máximo. Echemos un vistazo a los deportes, donde el problema es bastante importante.

Hoy en día, los padres y entrenadores identifican rápidamente a los niños que muestran una capacidad atlética precoz y les ofrecen la “oportunidad” de asistir a academias deportivas de élite. Algunos de estos son a corto plazo, mientras que otros están asociados con escuelas residenciales. Ambas alternativas requieren grandes cantidades de dinero y tiempo, lo que limita la opción a las personas con suficiente dinero para pagarlas. El resultado neto es que aquellos con medios suficientes reciben el impulso. Las familias menos acomodadas y los que florecen tarde a menudo se ignoran y se quedan atrás. Esto significa que gran parte del talento no se reconoce ni se desarrolla.

En una sociedad donde aún existen brechas en las oportunidades para los pobres, las personas de color y las mujeres, necesitamos encontrar formas de crear la mayor cantidad de oportunidades y desarrollarlas en toda su extensión. La pérdida de recursos valiosos debido a la ventaja económica nos cuesta en términos de calidad o rendimiento, diversidad de puntos de vista y contribuciones a la sociedad en general.

El rendimiento académico funciona de la misma manera. Comienza con la agrupación académica y se extiende a un sistema que beneficia a quienes pueden pagar tutorías especiales para exámenes (especialmente SAT) o educación privada de élite que, a través de la separación pequeña, heterogénea y de clase, beneficia a los medios. Si bien todos estos enfoques pueden enriquecer a la sociedad, es posible que los costos no valgan las ventajas. Sin embargo, sigue siendo cierto que muchos no confían en el sistema existente para fomentar el pleno desarrollo ni creen en la igualdad de oportunidades.