Tener expectativas de sus hijos para lograr sus ambiciones incumplidas no es menos que el trabajo infantil. ¿Qué dirías sobre esta declaración?

Esto es lo que pasa con la crianza de los hijos: no hay blanco y negro. Todo es relativo y tiene que ser visto, entendido y tratado en un gran contexto.

Si bien es injusto y muchas veces perjudicial imponer ambiciones, elecciones y sueños a los niños, el ecosistema inmediato es muy influyente en las elecciones que hace un niño y en el tipo de persona que un niño crece.

Entonces, el desafío aquí es: ¿cómo se deja caer nuestro propio equipaje de ‘ambiciones incumplidas’ y aprender a reconocer los talentos y aspiraciones de nuestros hijos? Hay suficiente investigación disponible para mostrarle que no se preocupe por lo inteligente que es su hijo sino que se centre en cómo es inteligente.

Para desglosar esto, el padre primero debe dejar de sentirse insatisfecho y dejarlo ir porque los niños se dan cuenta de las cosas y no es para ocultarles su decepción, sino para mostrarles que nunca dejaron que su pasado los detenga.

Siempre digo que no trate a los niños como lienzos en blanco que tiene que pintar o un trozo de barro que tiene que moldear. Son un regalo bien envuelto que debes desenvolver y ayudarles a revelar quiénes son dentro.

El verdadero significado de ‘educar’ y ‘criar’ es el viaje para ayudar al niño a revelar y cada niño tiene habilidades, talentos y personalidades fenomenales para expresar y compartir.

Einstein lo dijo mejor: no intentes juzgar las habilidades de un pez por su habilidad para trepar a un árbol.