¿Has pasado por tiempos académicos realmente difíciles mientras cursabas tu doctorado?

Sí, y sabes qué: la mayoría de la gente lo hace. La investigación viene con errores, con tangentes, con experimentos fallidos o códigos con errores. También viene con relaciones interpersonales a veces estresantes: no siempre es fácil encontrar el patrón de comunicación correcto con su (s) asesor (es). Aprendes a lidiar con los errores, las decepciones, aprendes valor y tenacidad. Ciertamente, aprende a lidiar con la incertidumbre, ya que un doctorado generalmente ofrece más preguntas que respuestas. Si la respuesta ya fuera conocida, eliminando la incertidumbre, no sería investigación.

En resumen, un doctorado lo estira y lo saca de su zona de confort. Muchos estudiantes encuentran esto muy difícil y pueden desarrollar una forma de síndrome impostor.

Lo más importante es mantener una mentalidad positiva, una mentalidad de crecimiento. Estás en el doctorado para aprender, mucho. Sentirse estirado o estresado generalmente significa que te sacan de tu zona de confort, y eso a menudo es algo bueno. Estas aprendiendo. Ponte cómodo con las molestias.

Una cosa que hice para ayudarme a mí misma es pensar regularmente (quizás cada noche antes de dormir) lo que aprendí durante ese día. Es un sentimiento positivo reconocer que estás aprendiendo, incluso si se trata de lidiar con la falta de progreso.