En primer lugar, no agregue a su hijo como amigo, ni tampoco a ninguno de sus amigos, maestros, etc. Básicamente, asegúrese de no tener demasiados amigos en común.
Incluso si lo agrega y su hijo acepta su solicitud de amistad (una muestra de absoluta confianza, ¡créame!), Intente no publicar publicaciones personales embarazosas en su muro o comentarios innecesarios sobre sus actualizaciones. No le pegues a ninguna foto. Se discreto.
Cualquier observación perturbadora sobre las actividades de su hijo en Facebook merece ser desconectada y una confrontación directa funciona mejor. No lo amonestes en línea.
Además, trate de no tomar demasiado en serio las actualizaciones relacionadas con cunas o quejas sobre la escuela, la tarea, los exámenes y los problemas de niñas y niños. En la mayoría de los casos, su hijo sabe lo que está haciendo, así que no se preocupe.
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Por último y no menos importante, trabaje para crear una relación real en la que su hijo se sienta libre de acercarse a usted por cualquier problema que enfrente y comparta sus dificultades diarias con usted, en lugar de descubrirlo a través de Facebook.