¿En qué momento te diste cuenta de que uno de tus estudiantes era más listo que tú?

Durante un breve período de tiempo, enseñé a los niños codificación y electrónica para una startup en Bangladesh.

En cierto modo, todos estos niños eran indudablemente más listos que yo. Quiero decir, algunos de ellos eran meros alumnos de cuarto o quinto grado y a esta tierna edad estaban creando juegos de computadora con lenguajes de programación profesionales como Java y electrónica interactiva con Arduino. ¡Imagina lo que pueden lograr cuando crezcan!

Sin embargo, recuerdo a este niño que pensé que era excepcional. Tenía su propio banco de trabajo electrónico en casa, y solía hacer sus propias puertas lógicas con transistores. ¡El niño no conocía las Leyes de movimiento de Newton, pero estaba soldando y diseñando circuitos como un profesional! Cuando tenía su edad, lo único para lo que usaba una computadora era para jugar juegos de Pokémon. También había un niño un poco mayor que era un adicto a JavaScript, ¡literalmente! Él creía que cualquier cosa se puede lograr a través de JavaScript.

Me encantó mi tiempo con los niños. Me dieron esperanzas sobre los futuros ciudadanos y tomadores de decisiones del mundo.

Oh, eso no es nada especial. Enseñé a los estudiantes de 10º a 12º grado en la escuela secundaria su lengua y literatura nativas (holandés) y estaba en un estado permanente de asombro acerca de estos niños. Eran inteligentes y maduros y ofrecieron, casi sin saberlo, evidencia de eso en sus ensayos, en sus diálogos conmigo. Después de 10 años me fui, para comenzar en un trabajo no docente en otro lugar, y todavía tengo momentos en que este asombro vuelve a mí. Realmente fue un gran trabajo, ser maestra, precisamente por lo que mencionas en tu pregunta.

La inteligencia no es un número real, y no admite un pedido.

Además, no me importa si mis alumnos son más inteligentes que yo. ¿A quien le importa? Me importa que aprendan, trabajen duro y produzcan buenos resultados. Sí, quiero que tengan mucho talento, pero mi propio talento relativo (o falta de él) es totalmente irrelevante.

Simplemente no pienso en las cosas de una manera que me permita dar una respuesta definitiva a esta pregunta.

Siempre asumo que mis alumnos son más inteligentes que yo. Solo tengo más experiencia de vida.