La disciplina se basa en ciertos conceptos básicos. Estos conceptos deben enseñarse a temprana edad.
1 vez.
Muestre a sus hijos con el ejemplo que realiza sus actividades en determinados momentos. Por ejemplo, me levanto a las 7, comemos entre 5 y 6, y el viernes hacemos compras. Incluso si un niño es demasiado pequeño para comprender el tiempo, mencionar el tiempo instala el concepto en su mente. Muéstrales que miras el reloj para saber qué hora es. Si promete hacer algo en un momento determinado, cumpla la promesa. Enseñe a los niños a respetar las citas y explique por qué es importante llegar a tiempo.
2. Lugar.
Todo tiene su lugar. Los libros van a la estantería, las ollas y sartenes están en la cocina y los juguetes deben guardarse después de jugar. Les enseñamos con el ejemplo y explicamos por qué.
3. Pasos
Cada actividad tiene pasos que deben hacerse en orden. Use números para identificar cada paso. El mejor ejemplo es cómo cocinar una comida. Diviértase como una obra de teatro diciendo el número de paso en voz alta. Enséñeles a usar listas de verificación, fichas y otras herramientas para organizar una tarea.
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Muéstreles ejemplos de su propia vida y de otras personas. Descubrí que observar a los trabajadores en la calle y a los cocineros en los restaurantes proporciona excelentes ejemplos de cómo las personas realizan sus tareas de manera disciplinada.
Aunque la disciplina es maravillosa, podría afectar la creatividad de la persona. Para evitar este inconveniente, deles libertad para establecer el tiempo para algunas de sus actividades, elegir lugares para almacenar sus artículos y crear sus propios pasos. Permítales cambiar de opinión y hacer cambios cuando lo consideren conveniente. Sin embargo, siempre discuta con ellos los pros y los contras de cada cambio.
De hecho, llego a dejar que los niños me ayuden a organizar mis actividades. Muéstreles su organizador o agenda de citas. Muéstrales tus archivos y deja que te vean mientras trabajas. Permítales hacer preguntas. Responde con paciencia.