Este artículo arroja luz sobre dos cosas muy elementales que todos los padres deben adaptar mientras crían a sus hijos y comenzarían a ver el cambio en sus hijos casi al instante. El niño es demasiado pequeño para entender lo que es bueno para él, es responsabilidad de los padres sostenerlo y establecer una dirección para el niño. Algunos padres no se dan cuenta de lo mismo y no manejan su tarea de crianza otorgada por Dios de la manera que deberían hacerlo. Después de leer este artículo, ciertamente cambiarían y asumirían la responsabilidad parental con más amor y pasión.
El “Arte de la crianza de los hijos” comienza con la letra “L” y no con la “A”. L significa amor, mostrar amor al niño es de suma importancia. El niño debe respirar amor, alimentarse del amor. Tan pronto como un niño aprenda el lenguaje del amor, comenzará a intercambiar lo mismo con el mundo exterior.
Ahora, como padres, debemos hacernos una pregunta: ¿Estamos practicando lo mismo? Lea más en: Cómo convertirse en buenos padres