Es más como qué NO hacer que ofrece la mejor preparación.
Todos los niños nacen con curiosidad natural sobre el mundo. Simplemente aliente todos sus intereses. Si están fascinados con los errores, consígales libros ilustrados sobre los errores. Dinosaurios, caballos, todo tipo de otros animales son interesantes para ellos. Lleve a su hijo a los museos de ciencias / historia natural (la mayoría de las grandes ciudades tienen uno). Puedes caminar con ellos en jardines botánicos, arboretos y entornos naturales donde pueden ver una variedad de plantas y vida silvestre. Prepárese para ello aprendiendo más sobre tales cosas para que pueda enseñarlas mientras camina.
Incluso un paseo por la cuadra puede ser una experiencia educativa.
Lo PEOR que puede hacer es sofocar la curiosidad natural y la creatividad de su hijo, forzándolo a aprender materias académicas a una edad muy temprana. Sobre todo: haga todo lo posible para responder las preguntas de su hijo con paciencia. Si no sabe la respuesta a una pregunta, no se limite a decirles tonterías. Diga: “No sé, pero desearía saberlo”. Si tiene tiempo y recursos, diga “Vamos a averiguarlo”, y luego vaya a Internet o a su biblioteca local.
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En pocas palabras: aliente el deseo natural de su hijo de explorar su mundo buscando actividades para ellos que le permitan hacerlo.
Todos los niños, por su propia naturaleza, quieren aprender, incluidos los niños que son intelectualmente “lentos”. Mejore ese deseo brindándoles oportunidades para explorar sus intereses. Mantendrán un interés de por vida en el aprendizaje, y eso, más que cualquier otra cosa, hace de la escuela un lugar maravilloso para estar (es decir, ¡si la escuela misma no aplasta esos intereses!).