Gracias por la A2A
Uhhh, ¿bueno o malo?
Creo que probablemente tuve dos primeras conferencias que realmente se destacaron, una por todas las razones correctas y otra por todas las incorrectas.
La ‘equivocada’ fue mi primera conferencia en la universidad: Biología 150 en la Universidad de Toronto, a mediados de los años noventa. 10:00 am, lunes por la mañana. La conferencia se realizó en el Convocation Hall, con capacidad para 1600 personas (hay fotos en el NYT hoy (11/2/17) del viaje de Bernie Sanders a Toronto). No es una habitación amigable. Había ~ 1300 de nosotros en la sala, y el profesor estaba en la parte delantera en un escenario con un micrófono. Entró y dijo: “Esta es Bio 150. Es su clase fundamental para la ciencia en la Universidad de Toronto. Todos deben comprender que están acostumbrados a ser los mejores estudiantes. Todos ustedes estaban en el 10% superior de su clase en la escuela secundaria, y solo el 10% de ustedes estarán en la parte superior aquí. Entonces, mire a la izquierda y luego a la derecha: uno de los tres no estará aquí el próximo año. Acostumbrarse a él”.
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Porque así es como motivar una habitación.
En retrospectiva, debería haber sido mi primera pista de que no estaba en el programa correcto o en la escuela correcta. Me llevó dos años y un montón de malas notas para darme cuenta de que estaba en el lugar equivocado.
Terminé en la Universidad de York, y en mi segundo año allí, tomé una clase llamada Introducción a los estudios de género con el profesor Terry Goldie. (Tenga en cuenta que no puedo recordar el código del curso, aunque pasaron cuatro años después de esa clase de bio, y sí recuerdo al profesor, es una buena señal). El profesor Goldie (‘Llámame Terry’) básicamente entró, arrojó sus cosas en una silla y simplemente charló con nosotros.
No recuerdo mucho de la introducción, sinceramente, pero no eran las palabras exactas lo que importaba. Era la sensación de que estábamos todos juntos en esto, y que la clase iba a ser una exploración de ideas, y que todas las perspectivas eran bienvenidas, siempre que fueran respetuosas. Recuerdo que nos dijo que habría material que probablemente sería molesto para algunas personas, y que nos estaba advirtiendo que la clase incluía pornografía y referencias muy directas a la homosexualidad, y que si no fuéramos ‘ No hay problema con eso, fuimos bienvenidos a trasladarnos, y que él nos ayudaría a ingresar a la clase alternativa de nuestra elección, pero que si nos quedamos, no nos quejamos más tarde.
En ambos casos, fue la actitud del profesor la que hizo o rompió la conferencia: el profesor que dejó en claro que no valía la pena su tiempo a menos que fuéramos los mejores estudiantes frente al profesor que quería ayudarnos a resolver las cosas y abrir nuestro Ojo a todas las formas en que se presentó la humanidad: ambos todavía se quedan conmigo, unos 20 años después, y dan forma a la forma en que comienzo mis clases. Me gusta pensar que soy más Terry que bio, pero solo mis alumnos lo saben con certeza 🙂