¿Qué tan común es para los estudiantes expulsados ​​de la escuela a ellos mismos?

Un estudiante que ha sido expulsado de la escuela probablemente no sea un estudiante ideal para asumir la responsabilidad de la falta de educación o la educación en el hogar.

La expulsión suele ser un castigo final por mal comportamiento grave. Este es un estudiante que ha sido disruptivo, enojado, rebelde, violento o irresponsable. Pueden haber sido atrapados usando sustancias ilegales o vendiéndolos a otros niños.

Soy muy fanático de la educación en el hogar y la falta de educación. Hacen cosas increíbles para los niños. Pero para funcionar bien, ambos requieren:

  • Una familia comprometida e involucrada
  • Autodirección del alumno
  • Madurez y responsabilidad
  • Pasión por aprender
  • Acceso a recursos educativos.

Ahora, podría ser que este estudiante simplemente no era una buena opción para la escuela. Tal vez hubo una situación fuera de su control, o malas influencias en la escuela. Quizás lo que realmente necesitan es algo de tiempo y espacio para explorar sus intereses y fortalezas sin las limitaciones del aula.

Sin embargo, lo más probable es que lo que causó la expulsión sea lo suficientemente grave como para afectar al estudiante incluso en casa. Depende de los padres (y los funcionarios escolares / representantes gubernamentales / educativos) decidir qué es lo mejor para el estudiante.

Hay muchas buenas razones para considerar la educación en el hogar. Ser expulsado no es muy bueno.

El factor más importante para continuar con éxito después de la escuela no es ser expulsado. Es si el adolescente compró la idea de toda la escuela o no. Si un adolescente cree que el éxito escolar es la clave del éxito futuro, entonces fallar en la escuela significa que está defectuoso. Entonces, ¿por qué molestarse en intentarlo? Por otro lado, si un adolescente nunca compró esa idea, si sabe que está aprendiendo mejor fuera de la escuela, podría abandonar la escuela y nunca mirar hacia atrás mientras avanza hacia su propia visión de éxito.

Es por eso que hay abandonos exitosos. Y muchos más abandonos fallidos. Los primeros creyeron en sí mismos. El segundo creía en las escuelas. Como dijo Henry Ford: “Tanto si crees que puedes o si crees que no puedes, tienes razón”.

¡Convencer a los padres de que la escuela te detiene es otro tema! Se trata de abordar sus necesidades de manera que también aborden sus temores. Pero debe tratar sus miedos con compasión, incluso si no está de acuerdo con ellos.

Busque libros de Grace Llewellyn, especialmente el Manual de Liberación de Adolescentes.

Google “¿Cómo puedo convencer a mis padres de que no me eduquen?” El consejo estará en todos los ámbitos, pero esa es una buena introducción para explorar y descubrir por su cuenta 😉