Las consideraciones que menciono son tan válidas para dos padres como para uno. Sin embargo, un padre soltero podría tener un poco más de problemas para establecerlos y mantenerlos durante toda la vida del niño.
1. Sistema de soporte. Una familia siempre necesita un ‘plan B’, y eso incluirá una ‘persona de socorro’ las 24 horas, los 7 días de la semana, para aquellos momentos en que surjan enfermedades de los padres u otros eventos inesperados que imposibiliten que una persona ‘cubra todas las bases’.
2. Socialización. Puede ser tentador formar un hogar basado en usted y su hijo, descuidando que los demás formen parte de la “mezcla”. Esto es especialmente crítico en el caso de un evento trágico por el cual el niño debe ser entregado repentinamente a otras personas para que lo atiendan, ya sea de forma temporal o permanente.
3. Necesidades “especiales”. Cada niño es especial y único. Tarde o temprano, su hijo posiblemente expresará un interés o se encontrará especialmente dotado en alguna área. Un padre soltero tendrá un verdadero desafío en sus manos cuando un niño con un don para la natación olímpica (por ejemplo) requiere maestros especiales, clases, escuelas, etc. para desarrollar este potencial al máximo. Un segundo padre podría y estaría dispuesto a viajar con el niño, o incluso reubicarse temporalmente para que todo suceda. Un padre soltero se enfrenta a la posibilidad muy real de desarraigar una vida estable y satisfactoria para el mejoramiento del niño. Nunca se sabe
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Estar preparado.