Había estudiado en una escuela del convento. En aquel entonces en la escuela tenía un buen nombre y no recibí ningún castigo físico hasta la clase 9.
Cuando estaba en el estándar 9, como siempre, el maestro llegó tarde a la clase de Grammer. Los estudiantes, siendo normales, todos sabemos que es el mejor momento para charlar, debatir, cantar .etc.basado en el interés personal … pero el resultado final de el aula es solo ruido y caos. Ese día en particular mi estado de ánimo no era bueno, así que había sido un simple observador y no había aportado una sola palabra para ese ruido.
Desafortunadamente, nuestro director estaba tomando una clase en la sala contigua a nosotros. Incapaz de soportar el caos de nuestra clase, entró y nos preguntó estrictamente quiénes eran las personas famosas que hacían ese ruido simplemente pararse a sus pies o si no todo la clase va a recibir el castigo. Dijo que pídales a sus amigos que se pongan de pie si los han visto hablar o que también reciban sus castigos.
Realmente me cicatricé, ya que solo dos chicas se pararon y pocos niños. Aunque no estaba hablando en absoluto, me puse de pie y estaba observando a la chica que más hablaba. No se levantó y fingió estar leyendo todo ese tiempo.
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El señor principal sostenía un palo largo. Les pidió a todos los que se paraban que estiraran las manos hacia adelante con fuerza. Mientras golpeaba uno tras otro, no supe el dolor hasta que tocó mi mano. Oh, hasta hoy recuerdo el sonido. Me apostó con fuerza, toda la palma se puso roja y las lágrimas rodaron automáticamente.
Si recuerdo hoy sobre ese castigo, me siento estúpido y feliz, o de lo contrario nunca habría sabido cómo se siente recibir ese castigo. Tengo una sonrisa cuando lo recuerdo y un recuerdo diferente para recordar que nunca puedo olvidar. Esa fue la primera y la última instancia que recibí hasta ahora.