En mi opinión, dejar caer un año no es una buena idea.
Las universidades y los cursos son un gran problema en el país. No solo por sus perspectivas laborales, sino también por su futura cuenta bancaria, sus futuras relaciones, la futura escuela de sus hijos, su futura vida jubilada y, por supuesto, su reputación en la sociedad.
Porque tenemos una gran expectativa de todo.
Y bueno, para tener lo mejor de esto, debe sobresalir en los exámenes de ingreso realizados para sus admisiones.
Pero Dios no lo quiera, ¿qué pasa si no te va bien en los exámenes o no obtienes el curso ‘famoso’ que siempre has soñado? Muchos estudiantes tienden a extraer un año de sus vidas ya reducidas para obtener lo que quieren.
Yo también fui uno de esos estudiantes. Yo también elegí pasar por la prueba de estudiar los mismos capítulos, revisando nuevamente los mismos conceptos que había estado atracando en los últimos dos años.
- Pregunta genuina: ¿por qué los niños hablan tanto?
- ¿Qué música se recomienda para ayudar a los niños pequeños a dormir?
- ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a eliminar la misoginia en los juegos?
- ¿Qué se siente pagar por la manutención de los hijos?
- ¿Cómo es la educación de un niño de la India?
Entonces, ¿obtuve lo que anhelaba? ¡No!
Me llevó bastante tiempo darme cuenta de que si algo era para mí (o al revés), debería haberlo hecho en la primera oportunidad.
- Además, al estudiar de día a noche, pegado en un lugar, tiendes a comer más. Cuando su cerebro trabaja horas extras, de lo que incluso ha sido entrenado, le pide más energía. Resultado: ¡ aumenta de peso a un ritmo alarmante!
- Decide hacer todo bien. ¿Te gusta levantarte temprano? Bueno, HA HA HA! ¡No está sucediendo, en absoluto! El sueño es adictivo y también lo son los inviernos. Ambos juntos son mortales. ¡Aquellos que vencen estos, les saludan!
- Además, no son solo 365 días. Es tu última oportunidad de lamerte las heridas. Última oportunidad para salvar tu orgullo.
Genera presión sobre la familia, especialmente los padres también. Por un lado, son solidarios y dispuestos a hacer todo lo posible para garantizar su comodidad durante todo el año. Pero se necesita un corazón valiente para enfrentar a la sociedad y decirles que nuestro hijo no pudo llegar este año.
¿Quizás el año que viene? (Ojalá)
Aceptar el fracaso de su hijo no es solo un nudo en la garganta, sino un desgarrador corazón.
Y luego, por mucho que quieras que el pensamiento desaparezca, siempre perdura ¿Y SI la historia se repite nuevamente el próximo año también?
El estudiante está físicamente exhausto, mentalmente agotado y emocionalmente evaluado. La familia actúa fuerte pero está indefensa. De principio a fin, no es una situación de ganar-ganar para nadie. ¡Es mejor evitarlo! ¡Además, terminas desperdiciando un año financiero completo de tu vida! ¡Eso es REALMENTE enorme!