¿Qué enseña el ejército que puedes aprender en otro lado?

La verdad sea dicha: todo.

Los militares no son la única fuente de nada. Si bien algunas cosas pueden ser más difíciles de aprender fuera del ejército (responsabilidades específicas del MOS: como operar un tanque o LAV), todavía hay formas de hacerlo.

Lo que hacen los militares, en comparación con otras fuentes, es enseñarte de manera efectiva y eficiente. Los militares pueden tomar habilidades y enseñárselos como conceptos básicos condensados ​​en poco tiempo y aún así mantenerlos. Desde allí continúas aprendiendo y dominando los trucos avanzados.

Para compararlo con una universidad: cuando tomas una clase en una universidad, a menudo es que tus textos y tu maestro son lo absoluto. No se puede cuestionar, y no hay otra manera.
El ejército: su clase es lo básico, su línea de base para que cuando llegue a una unidad, esa unidad sepa que comprende una base universal para su trabajo. Luego tomarán eso, lo ampliarán con nueva información y lo adaptarán todo a la forma en que operan. Y mantienen una mente abierta, saben que lo que te muestran, lo que funciona para ellos, no siempre funciona para ti y puedes adaptarlo a tu forma de ser.

Para citar al Instructor Cero:
“Todo es relativo. Filtra todo lo que te muestro a través de tu experiencia, no la mía”.

Pero si no sabes nada, debes aprender lo básico. Lo que hace que el ejército sea un gran lugar para aprender habilidades específicas como disparar, hacer ejercicio, autodisciplina y responsabilidad, etc. es debido a su historial de experiencia con él que les permite enseñar una línea de base experimentada para que usted crezca.

  • Disparo.
  • Ponerse un uniforme rápidamente.
  • Cómo apagar un incendio.
  • Disciplina.
  • Liderazgo.
  • Ejercicios.
  • Cómo levantarse temprano
  • Para evitar hacer preguntas sin sentido.

En serio, sin embargo, no pretendo ofender, pero realmente creo que una descripción de la pregunta ayudaría aquí, ya que también puedes aprender prácticamente todo lo demás.

Te enseña que al principio eres un engranaje sin sentido. Un número. Una pieza prescindible para la máquina. Un biproducto de orgullo nacional.

Bueno. Luego toma todo eso y lentamente lo convierte en un buen seguidor, un buen oyente que toma órdenes pero lo suficientemente inteligente como para tomar la iniciativa y tener responsabilidad en todo lo que hace. Y lo más importante, infunde orgullo e integridad.