Tengo 13 años, ingenuo, inseguro y tímido. Al profesor de arte le encanta hacerse pasar por moderno, divertido y tranquilo. En cada clase nos enseña sobre paisajes y nos hace dibujar. A pesar de la imagen de “maestra genial” que intenta mantener, es extraño que promueva algún tipo de competencia entre los estudiantes.
Soy un terrible dibujante. Pero me gusta el arte, porque me gusta trabajar creativamente. Así que ahí voy dibujando otro paisaje, esta vez como una evaluación. Cuando miro los dibujos de mis amigos, son claramente mejores que los míos. Veo que el maestro hace muchos cumplidos a algunos estudiantes.
Me estremezco. Reúno todas mis fuerzas para entregar mi dibujo. Extremadamente insegura, se la entrego, casi susurrando: “Lo siento, maestra, sobre esto. Me da vergüenza hacer un mal dibujo, pero creo que hice lo mejor que pude ”.
Mira mi dibujo y dice: “Esto me avergüenza de un estudiante como tú”.
- ¿Cómo debo responder a un maestro que ejerce favoritismo?
- ¿Cuál será el futuro de los maestros de hoy ya que el aprendizaje está cambiando hacia cursos en línea que también son una educación gratuita y de calidad?
- ¿Se justifica desgarrar una tarea frente a toda la clase sin importar cuán malo haya sido? La maestra le dijo que no estaba mal pero que era obligatorio.
- ¿Cuáles son algunas de las mejores frases sobre los maestros?
- ¿Qué le sucedería a un maestro si tuviera un cambio de sexo y ninguno de sus alumnos pueda soportarlo, y los alumnos de otras escuelas también lo sepan y no puedan aceptarlo?
Me desvanezco y no me convierto en nada por un segundo. Regreso a mi escritorio conteniendo las lágrimas, seguro de lo que realmente soy: una farsa para los profesores. En los siguientes 3 años estuve a punto de reprobar los siguientes grados porque me negué a hacer los proyectos de arte. Solo pude sentir la voluntad de volver a intentarlo cuando conocí a otro profesor de arte, este al contrario: en lugar de frustrar, él me inspiró.
Hasta entonces, me sentí frustrado, incapaz y miserable. Hoy estoy agradecido por conocer a este maestro. Siendo maestra, ella se convirtió en mi brújula pedagógica y siempre trato de ir en dirección opuesta a este norte vicioso.