Dentro de Inkling, los grupos de estudiantes con el mismo libro de texto pueden seguirse de la misma manera que en Twitter. Una vez que sigas a otro estudiante, puedes ver sus notas junto a las tuyas, lo que hace posible tener una conversación en los márgenes del libro. Esta característica simple convierte la lectura y el estudio tradicional en una experiencia compartida, y en realidad es solo la punta del iceberg en términos de lo que eventualmente pueden hacer con la plataforma.
En el programa piloto vimos a instructores usando esta función de maneras realmente interesantes. Una maestra siguió a todos los estudiantes de su clase y les pidió que escribieran notas en los márgenes en respuesta al texto. Luego, durante la clase, proyectaría las notas interesantes en el pizarrón y las convertiría en una pieza central para la discusión. Este tipo de cosas podría funcionar bien en cualquier entorno grupal para alentar el compromiso con el texto y promover el aprendizaje colaborativo.