Yo diría que ambos tienen sus pros y sus contras.
Enseñanza: – Puedes interactuar con muchos jóvenes que aman cambiar el mundo. La enseñanza es transferencia de conocimiento, puedes compartir ideas y aprender mucho. Aprende a tratar con niños y adultos. Teje su imaginación y crea nuevas ideas para presentarlas.
El mayor regalo en la enseñanza es cuando envejeces y cuando tus alumnos alcanzan grandes alturas y vienen a verte. El sentimiento es como el cielo y solo sonríes con orgullo y humildad,
Pero la enseñanza tiende a ser aburrida, porque los maestros creativos son los mejores y aman la enseñanza. Pero los creativos a menudo vacilan y aman una variedad de cosas. Imagina por 5 años, enseñas. Los cambios que pueden ocurrir en una carrera docente son los cambios de los estudiantes, los cursos que usted enseña cambian y, a veces, los cambios en la escuela o la universidad. Pero sucede lo mismo trillado. Entonces esto es como una compensación.
- ¿Cuál es el punto de enseñarnos varios cursos en nuestro plan de estudios en la universidad, incluso cuando sabemos que usaremos solo ~ 10%, y estamos seguros de olvidar el resto?
- ¿Cuáles son algunos ejemplos de maestros que tuvo a quienes consideraba malos cuando le estaban enseñando, pero a quienes, en retrospectiva, considera grandes maestros? ¿Qué te llevó a cambiar de opinión?
- ¿Cuál es la incidencia de estudiantes de alto rendimiento en Homeschooling vs. Classroom?
- ¿Cómo es la enseñanza en las cárceles y qué prefieren los presos en términos de contenido y estilo?
- ¿Cuál es el ambiente ideal para hacer la tarea?
Industria: – Si está trabajando en una industria, aprende cosas que cambian en el mercado con bastante facilidad. Sentirá lo que es competencia y saboreará la teoría darwiniana de “supervivencia del más apto”. Puede cambiar de compañía a su voluntad y la tasa de crecimiento financiero es más en comparación con la profesión docente.
Si su industria exige viajar, puede ver muchos lugares con el dinero de su empresa y conocer más sobre las personas culturalmente. Puedes hacer presentaciones, sentarte frente a una computadora estoica durante horas estiradas, sentirte como el cielo un viernes por la noche y de repente frotarte la frente y la espalda un lunes por la mañana.
En resumen, ambos te dan felicidad y tristeza. ¡Depende de qué tipo de felicidad quieras!