¿Cuáles son tus partes favoritas y menos favoritas de ser maestro?

Mi parte favorita de ser maestra es ver a mis alumnos aprender y prosperar, más que eso, reconocer su propio progreso. Cada vez que regresan con anécdotas de cómo lo que aprendimos en clase los ayudó a superar una determinada situación, es como una inyección instantánea de felicidad para mí.

La parte menos favorita de la enseñanza, para mí, es que no puedo hablar sobre la parte menos favorita de la enseñanza. Es como si nunca supiéramos cuándo algo puede surgir y demoler nuestras carreras. Podría ir desde una sola oración pronunciada en clase fuera de contexto y publicada en Snapchat (haciendo que la escuela se vea mal) hasta realmente cagar y hacer algo como dormir con un estudiante.

Comencé a dar un ejemplo, pero luego adiviné mi ejemplo. Me siento muy limitado porque me consideran una “figura pública”. Cada viaje a un supermercado es una exhibición pública.

Mi recuerdo menos favorito fue llenar una habitación llena de niños, varios niveles de inteligencia diferentes, en una sola clase. El maestro necesita escribir y seguir los planes de lecciones para cada nivel de habilidad diferente. Además, especialmente en las escuelas de menor nivel socioeconómico, debe haber una manera de separar la actividad de las pandillas.

Imagina enseñar a ser como hornear pasteles. Su jefe le dice que necesita que hornee, no uno o dos, sino 100 en un día de seis horas. Simplemente estás llegando al punto de hacer una tarea imposible. Es lo mismo con los niños; puedes manejar de 15 a 20 niños pero no de 40 a 50 en un solo salón de clases.

Parte favorita: Corrección y calificación de trabajos, tareas y copias.

Menos favorito: hacer planes de lecciones.