Por el contrario, tener una convención de orden de operaciones comúnmente aceptado es esencial para que las ecuaciones sean consistentemente significativas. Debe entenderse que 3n-8 es diferente de 3 (n-8). La confusión proviene del hecho de que estamos invirtiendo las operaciones. Si 3n-8 significa multiplicar por 3 y luego restar 8, revertir este proceso debe revertir primero el último paso (entonces agregue 8) y luego el primer paso (entonces divida por 3).
Una analogía útil son los calcetines y los zapatos. La operación “calcetines con zapatos puestos” cuando se invierte debe ser “calcetines sin zapatos” y debe estar en ese orden. A veces el orden no importa (zapatos puestos, sombrero puesto) al igual que en álgebra (sumar 3 restar 4 funciona bien en cualquier orden) pero cuando el orden hace la diferencia BIDMAS (o cualquier acrónimo que use) dicta el orden que deben realizar los cálculos escritos ser interpretado en, y cuando revertimos un proceso completo debemos hacer las cosas opuestas en el orden opuesto.