Estudiamos cómo resolver ecuaciones algebraicas para que podamos aprender a escribirlas.
Gran parte de lo que llamamos “álgebra” en la escuela secundaria es solo el estudio de cómo manipular expresiones matemáticas sin cambiar los valores de esas expresiones. Así que aprendemos a “simplificar” o “expandir” o “factorizar”, pero todo se reduce a representar (o expresar ) el mismo valor de diferentes maneras.
[math] x \ times10 [/ math] es lo mismo que [math] 10x [/ math] es lo mismo que [math] 2 \ cdotp5x [/ math], y así sucesivamente.
Como forma de práctica, a menudo se nos da una ecuación y se nos pide encontrar su solución. Realizamos las manipulaciones de expresión necesarias para llegar a una respuesta, pero llegar a una respuesta no es tanto el punto.
- ¿Cómo factorizamos [matemáticas] (h ^ 2-k ^ 2) -p (hk) [/ matemáticas]? Según el libro de texto, la respuesta es [matemáticas] (h + k) (hkp) [/ matemáticas].
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El punto es aprender el lenguaje de las matemáticas.
Como analogía, tomemos por ejemplo el proceso de aprender a escribir en inglés (o cualquier otro idioma natural). Primero aprendemos las letras del alfabeto, luego aprendemos a combinarlas en palabras y luego a combinarlas en oraciones progresivamente más complejas. El enfoque en esta etapa temprana es simplemente aprender a expresar nuestros pensamientos usando palabras escritas, sin preocuparnos demasiado por la calidad de esa expresión. Aprendemos la ortografía correcta de las palabras y las reglas de gramática y puntuación. En resumen, aprendemos los componentes básicos de la escritura.
Esta es la aritmética de la escuela primaria.
Sin embargo, a medida que avanzamos en nuestro estudio de la escritura, nuestro enfoque da un giro decidido. Aprendemos a variar nuestra elección de palabras, estructura de oraciones y tono. Aprendemos técnicas literarias como símiles y metáforas o aliteración y asonancia. Aprendemos a escribir “Corrió cuesta abajo” en lugar de “Corrió rápidamente cuesta abajo”. Aprendemos a expresar la misma idea de varias maneras diferentes , y aprendemos a seleccionar la forma particular que mejor se adapte al propósito. de nuestra escritura
Esto es álgebra.
Aunque para algunos resulta decepcionante, la capacidad de resolver el tipo de ecuaciones encontradas en las clases de álgebra no es especialmente útil en sí misma, ya que cualquier computadora puede resolverlas por nosotros al instante. Con un dominio del lenguaje, sin embargo, estamos capacitados para enfrentar el verdadero desafío de cualquier problema matemático. Ese desafío no es “resolver la ecuación” sino, más bien, identificar la ecuación que vale la pena resolver en primer lugar: observar el mundo, pensar un pensamiento resultante y saber cómo expresar mejor ese pensamiento en matemáticas.